viernes, 12 de junio de 2020

Cien días diferentes

Páginas Del Calendario En Las Páginas Blancas Fotos, Retratos ...

Hola, hoy sí no me ausenté mucho, trataré de escribir más seguido, la verdad es bonito hacerlo, quiero compartir una experiencia diferente que he tenido en mi vida. En esta ocasión no escribo desde mi casa, sino desde muy lejos, desde Orlando Florida, porque he quedado varada desde marzo.

Todo empezó con un viaje de vacaciones, con mi segunda hermana y su familia, hoy les tocó a ellos venir con nosotros. Como siempre fuimos a los parques de atracciones y disfrutamos todas las oportunidades que tuvimos para divertirnos y para compartir en familia, fue un viaje muy bonito.

Para nuestra sorpresa, no fue un viaje solamente de diez días, ya que debido al Coronavirus, o también conocido como COVID - 19, nuestro aeropuerto fue cerrado, y ya no pudimos salir de Estados Unidos, han pasado tres meses y algunos días, gracias a Dios todos estamos bien, pero ya con ganas de regresar.

Esto nos ha permitido disfrutar más del lugar donde nos hospedamos, ya que tiene muchas cosas atractivas, es grande y se puede pasear por todos sus alrededores, todas las tardes, mi familia y yo salimos a caminar, porque eso nos hace sentir bien, y respiramos aire puro... es muy refrescante.

Lastimosamente no pudimos pasar los 100 años con mi abuelita. Le hablamos, entre risas y lágrimas, porque todos la extrañamos, y planeábamos hacer una buena fiesta este año, porque a celebrar esa edad, no cualquiera llega, y debemos dar gracias a Dios y a la Virgen María por un año más de vida.

De este tiempo en familia, he aprendido a convivir y a comprender a cada uno de ellos, con sus diferencias, porque todos tenemos diferencias, y como somos dos familias, cada una tiene sus costumbres y su manera de ser, pero esto me ha enseñado a convivir mejor y a comprender a los demás. 

El cuidarse tanto físicamente como emocionalmente es muy importante en esta época, seguir las recomendaciones del gobierno. Pero más que dar apoyo físico y emocional, es necesario estar en comunicación con Dios, ya que solo Él puede limpiar el mundo de esta pandemia.

lunes, 27 de enero de 2020

Entre sacerdotes y monjas

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Hola, aquí estoy de nuevo escribiendo, había "olvidado" un poco el blog, pero lo importante es que volví, y hoy vamos a hablar de un tema que desde hace mucho tiempo debía, es sobre personas muy importantes de la Iglesia, sacerdotes y monjas. 

Yo soy una persona muy católica, que toda mi vida he tenido relación con los sacerdotes, pero en estos últimos trece años de mi vida he tenido relación con una congregación de religiosas, con las que estudié mi bachillerato, y es de esa experiencia (muy personal) que quiero hablarte.

Como cristiana católica que soy, reconozco que ninguna persona en el mundo es perfecta, ni siquiera los sacerdotes y las monjas, porque al igual que yo, son seres humanos, la diferencia es que están desempeñando actualmente una misión diferente a la mía.

Los Sacerdotes son hombres que se esfuerzan día con día para atender al pueblo, con sus problemas e inquietudes. Para mí, ellos tienen el deber de representar el amor del Buen Pastor, y son capaces de hacerlo sentir a quienes lo rodean. Ellos son mis amigos y los quiero mucho, especialmente a un sacerdote, ya que ha sido muy lindo conmigo, y los laicos que estamos en las buenas y en las malas somos su nueva familia.

Las Monjas son mujeres amorosas, que se entregan de corazón a su vida religiosa, cuando realmente están convencidas que su vida gira en torno al Señor, lo dan todo por el todo. Para mí, ellas representan el amor de la Virgen María, la dulzura, y la ternura. Son mis grandes amigas y las quiero mucho, porque para ellas, su nueva familia somos las personas laicas que estamos en las buenas y en las malas. 

Ellos y ellas son personas como todos los seres humanos, pero son quienes me guían siempre por el camino del bien, por el camino de Dios y la Virgen María, ya que me aconsejan, y están conmigo en las buenas y en las malas, dándome esperanza cuando siento que ya no hay.